Al escuchar el listado de canciones favoritas se
producen diferentes sensaciones placenteras, la idea de que el tiempo pasa más
rápido y evocando recuerdos relacionados, se produce un efecto de aislamiento o
protección de la contaminación sonora y hasta visual allá afuera.
En los últimos 30 años, la neurociencia ha colocado
especial atención en los efectos que tiene la música sobre el cerebro y cómo
incide, no sólo en el comportamiento de seres humanos, sino también en los
animales y las plantas.
El libro Éste es tu cerebro en la música: la ciencia
de una obsesión humana, escrito por Daniel Levitin, profesor de la Universidad
McGill especializado en neurociencia cognitiva aplicada a la música, explica a
través de un lenguaje sencillo cómo el cerebro interpreta y procesa diferentes
parámetros musicales como el timbre, el ritmo, la armonía e influencia la
neuroanatomía cerebral, la neuroquímica, la psicología cognitiva y la evolución.
Desde su experiencia como productor musical en
estudios de grabación y luego como psicólogo del comportamiento, Levitin
asegura que mezclar sonidos es como hacer una pintura, y afirma que ahora,
gracias a la tecnología de escaneo cerebral, observamos dentro de la cabeza de
las personas haciendo un seguimiento al flujo sanguíneo para estudiar la
actividad neuronal cuando las personas escuchan música.
Las evidencias arrojan que hay una gran red y áreas en
el cerebro que lo cruzan desde la parte frontal hasta atrás y los hemisferios
derecho e izquierdo, que son activadas a través de la música. De hecho, las
partes más profundas del sistema límbico cerebral o cerebro primitivo, también
son activadas gracias a la música.
Sobre la relación entre la evolución humana y la
música, Daniel Levitin explica que sólo pueden hacerse inferencias por falta de
registros. Sin embargo, fuentes de información que estos estudios han tomado en
cuenta, incluyen flautas de hueso prehistóricas de hasta 50 mil años de antigüedad
que al ser tocadas permiten escuchar las escalas musicales que tocaban nuestros
ancestros y, a pesar de no conocer en qué orden tocaban las notas,
sorprendentemente éstas son parecidas a las utilizadas por el género blues hoy.
Debido a que la música es un poderoso neuro-estimulante, es utilizada cada vez más en terapias alternativas de sanación física, mental y espiritual con resultados exitosos; en tal sentido en busca de esta mejora de estado emocional las personas han sabido aprovechar la ventaja que brinda la tecnología móvil con respecto al uso de aplicaciones para la reproducción de música como por ejemplo: el Reproductor de Música de QuarzApp, puedes descargarlo haciendo click aquí empieza ya escuchar tus canciones favoritas y gana un estado de bienestar gracias a los neuroquímicos saludables que libera nuestro cerebro.